Asma y dermatosis profesional

El asma y la dermatosis como enfermedades de origen laboral

Las alergias laborales, especialmente el asma y las dermatosis, son enfermedades profesionales comunes incluidas en el listado de enfermedades profesionales de la seguridad social y son una causa significativa de incapacidad laboral.

• Ley 31/1995, de 8 de noviembre, de Prevención de Riesgos Laborales y sus posteriores modificaciones.
• Directiva 2000/54/CE del Parlamento Europeo y del Consejo, de 18 de septiembre de 2000, sobre la protección de los trabajadores contra los riesgos relacionados con la exposición a agentes biológicos durante el trabajo (Séptima Directiva específica con arreglo al apartado 1 del artículo 16 de la Directiva 89/391/CEE) .
• Real Decreto 773/1997, de 30 de mayo, sobre disposiciones mínimas de seguridad y salud relativas a la utilización por los trabajadores de equipos de protección individual.
• Real Decreto 486/1997, de 14 de abril, por el que se establecen las disposiciones mínimas de seguridad y salud en los lugares de trabajo.
• Real Decreto 39/1997, de 17 de enero, Reglamento de los Servicios de Prevención.
• Decreto 1995/1978, por el que se aprueba el Cuadro de Enfermedades Profesionales.
• Real Decreto 1299/2006: Clasifica las enfermedades profesionales causadas por agentes químicos, inhalación de sustancias y agentes, y enfermedades de la piel.
• Real Decreto 664/1997, de 12 de mayo, sobre la Protección de los Trabajadores contra los riesgos relacionados con la exposición a agentes biológicos durante el trabajo.

RESOLUCIONES RELEVANTES

- Asma. Criterios para su prevención en el ámbito laboral. INSST.  Año 2001.

- Folleto: Dermatosis profesional. Criterios para su prevención en el ámbito laboral. INSST. Año 2001.

- Cuadríptico: Dermatosis profesional. Criterios para su prevención en el ámbito laboral. INSST. Año 2001.

- NTP 1192: Diisocianatos en el ámbito laboral (I): Conceptos generales. Efectos sobre la salud. INSST. Año 2024.

- NTP 1193: Diisocianatos en el ámbito laboral (II): Evaluación de riesgos y medidas de control. Legislación.INSST. Año 2024.

- NTP 1194: Diisocianatos en el ámbito laboral (III): Métodos de toma de muestra y análisis. INSST. Año 2024.

Alergia laboral

El asma es una enfermedad inflamatoria de las vías aéreas, que se produce como respuesta del organismo ante la exposición a polvos, sustancias químicas, vapores o humos. Estos productos, actúan como «sensibilizadores» (sustancias que provocan reacciones alérgicas) o como «irritantes», produciendo una inflamación de la mucosa de vías aéreas y espasmo del músculo liso de sus paredes, lo que provoca una obstrucción al paso del aire. 

Son muchas las profesiones asociadas con la posibilidad de desarrollar asma. Las principales actividades relacionadas con asma ocupacional son:

• Carpintería (maderas, barnices, etc.).
• Pintura automóviles (resinas, endurecedores, etc.).
• Agricultura y ganadería (polvos de grano, ácaros, etc.).
• Panadería y confitería (harina, colorantes, etc.).
• Industria química (isocianatos, pinturas, resinas, etc.).
• Galvanizados (niquelado, cromados, etc.).
• Industria de plásticos y resinas (anhídrido ftálico).
• Industria farmacéutica (antibióticos)
• Industria de detergentes (enzimas b. subtilis).

Síntomas

El asma laboral se define como un cuadro de obstrucción bronquial reversible al flujo aéreo asociado a una hiperactividad bronquial, provocado por la exposición a polvo, vapores, gases o humos presentes en el lugar de trabajo.

Si se trata de un posible Síndrome de Disfunción Reactiva de Vías Aéreas, habrá que tener en cuenta los siguientes criterios diagnósticos:

• Ausencia de enfermedad respiratoria previa (No existían antes de iniciar la actividad laboral o han empeorado).
• Comienzo de los síntomas tras una exposición única accidental.
• El agente causante es un gas, humo o vapor en altas concentraciones, con propiedades irritantes.
• Los síntomas pueden comenzar durante las 24 horas siguientes a la exposición y persisten un mínimo de 3 meses (se inician o se agravan en el lugar de trabajo, .a veces después de finalizar la jornada laboral, e incluso pueden aparecer por la noche).
• Presencia de síntomas de broncoespasmo: tos, disnea y sibilancias
• Posible obstrucción bronquial en las pruebas funcionales respiratorias.
• Prueba de provocación bronquial con metacolina positiva.
• Se han descartado otras enfermedades pulmonares.
• Mejoran fuera del lugar de trabajo (fines de semana y vacaciones), y retornan casi inmediatamente al reanudar el trabajo.

Diagnóstico

Sin olvidar que lo más importante son los síntomas y su evolución, existen pruebas que, en general, permiten un fácil diagnóstico del asma. Lo difícil es atribuirle una causa concreta. Entre las pruebas diagnósticas más importantes destacan:

• Pruebas cutáneas a los alérgenos laborales de alto peso molecular.
• Espirometría, con la que se puede valorar el grado de obstrucción actual de las vías aéreas..
• Test inmunológicos "in vitro" para el diagnóstico o confirmación en estas substancias de alto peso molecular.
• Si existe obstrucción, es importante conocer si es reversible o no. Esto se estudia mediante la llamada "Prueba de broncodilatación".
• La obstrucción varía de un momento a otro, principalmente en relación con la actividad laboral.
• Por ello es aconsejable la "monitorización del flujo respiratorio máximo" durante el trabajo, los fines de semana y durante las vacaciones.
• Por último, es necesario confirmar un rasgo característico del asma, la hiperreactividad o contracción de las vías aéreas, mediante las "pruebas de provocación inhalatorias inespecíficas o específicas", que deberán ser realizadas por una unidad especializada.

Prevención

Medidas para reducir la concentración ambiental de contaminantes:

• Actuar con una adecuada ventilación sobre el foco emisor y el en-torno laboral de riesgo.
• Limpieza estricta y mantenimiento adecuado para evitar riesgos de escapes y accidentes.
• Sustituir agentes de riesgo por otros que no lo sean o lo sean en menor grado.
• Adecuar el agente de riesgo a condiciones en que su inhalación no sea posible.

Medidas de protección personal para reducir o, si es posible, evitar la exposición:

• Realizar rotaciones periódicas de los puestos de trabajo don-de la exposición es mayor.
• Usar guantes y mascarillas apropiados para cada agente según se indica en guías apropiadas.
• Realizar los controles médicos periódicos dirigidos a detectar sensibilizaciones y/o afectación clínica.
• Cambio de puesto de trabajo.

JURISPRUDENCIA

STSJ de Cataluña, rec. 6538/2016, de 27 de enero de 2017, ES:TSJCAT:2017:743

Se declaraba la responsabilidad empresarial por falta de medidas de seguridad, imponiendo un recargo del 40% en las prestaciones de seguridad social del trabajador Juan Manuel, derivadas de una enfermedad profesional.

SJS, rec. 288/2015, de 6 de octubre de 2015, ES:JSO:2015:106

La empresa incumplió con las normativas de seguridad e higiene en el trabajo, específicamente en relación con la exposición al amianto.

Dermatosis profesional

La legislación española define las dermatosis profesionales como «toda enfermedad de la piel de origen físico o químico, bien sea causada por irritantes primarios o por sensibilizantes cutáneos que obliguen a una interrupción del trabajo permanente o recidivante». Dermatitis o eczema de contacto, así las dermatosis profesionales suponen casi la mitad de las enfermedades laborales. La más común de la dermatitis profesionales es la dermatitis o eczema causado por sustancias manipuladas en el medio laboral, que afecta fundamentalmente a las manos.

En la mayoría de casos estas sustancias actúan alterando los mecanismos de defensa de la piel dando lugar a una piel seca roja y descamativa, como ocurre tras el contacto reiterado con jabones y detergentes. A esta forma de eczema se le denomina dermatitis irritativa. En otros casos, las sustancias pueden llegar a sensibilizar a las células inmunes o linfocitos mediante un contacto repetido,y causar un eczema alérgico, como ocurre con el cromo contenido en el cemento entre trabajadores de la construcción. Es decir y así se ha puesto de manifiesto por especialistas médicos el contacto puede ser directo con el producto o puede ser ambiental por polvo en suspensivo, teniendo en cuenta la actividad laboral. (STSJ de Andalucía, rec. 811/2018, de 15 de noviembre de 2018, ES:TSJAND:2018:15893).

La citada dermatosis se trata de una enfermedad, en la mayoría de casos, posible de prevenir fundamentalmente si se analizan sus causas, como puede ser, la capacidad de algunas sustancias manipuladas en el trabajo, para provocar una irritación o alergia en la piel.

Tipos

Las dermatosis de origen laboral se clasifican en:

1. Dermatosis irritativa (la más común), es aquella que aparece por un irritante primario (jabón, acetona, ácidos, álcalis...) que produce inflamación ya al primer contacto o tras contactos repetidos.
2. Dermatosis alérgica, es aquella que aparece al entrar en contacto, como consecuencia del trabajo, con alguna sustancia a la que previamente ya se era sensible (alérgico) o a la que, tras una exposición repetida, el trabajador acaba sensibilizándose y desarrollando una alergia.

Principales actividades capaces de originar dermatosis profesional

• Industria de la construcción: Por exposición a cemento (cromo), alquitranes, hulla, alcalinos, gomas, resinas, plásticos, radiaciones solares y de soldadura etc.
• Industria del calzado: Por la utilización de colas, tintes, disolventes o pegamentos (resinas).
• En la agricultura: Por la utilización de abonos, fertilizantes, herbicidas e insecticidas (productos químicos) o por la exposición a lana, pieles de oveja y cabra, recolección de productos agrícolas, trabajos forestales, etc.
• Industria alimentaria: panaderos, pasteleros y cocineros por utilización de harinas.
• Profesiones sanitarias e industria farmacéutica: Por exposición a agentes biológicos (hongos, bacterias), agentes físicos (rayos UVA, láser) y agentes químicos (agua oxigenada, yodo, etanol, oxido de etileno, etc.).
• Trabajadores del plástico: industria del automóvil, de aviación, electricidad, etc.
• Veterinarios y ganaderos: por la lana, las pieles de oveja y de cabra.
• Metalurgia: cromo, cobalto, níquel, fluidos de cortes (contienen restos de metales) y anticongelantes.
• Peluquería: Por exposición a productos como tintes, decolorantes, amoniaco, champús y lacas, humedad mantenida en las manos, etc.
• Artes gráficas: Por exposición a los productos utilizados en imprenta (resinas acrílicas o de poliuretano, y tintas) y en la reproducción de documentos, (idazo o tioureas).
• Limpieza: Por exposición a sustancias irritantes, corrosivas, detergentes, etc.

Prevención

a) Medidas de protección colectiva

• Identificación del agente causante: información a los trabajadores sobre la naturaleza química y la potencial acción alérgena o irritante de las sustancias manipuladas (contenida en las fichas de Seguridad de los productos).
• Sustitución del producto nocivo por otro inofensivo o menos perjudicial que haya en el mercado.
• Intentar la automatización de los procesos.
• Siempre que sea posible utilizar los agentes alergenicos o irritantes en circuitos cerrados.
• Utilizar sistemas de ventilación y aspiración localizada en las empresas que manipulen productos químicos.
• Controlar la variación de temperatura y humedad en el centro de trabajo que pueda influir en la absorción de sustancias.
• Fomentar la limpieza de los centros de trabajo e higiene personal adecuada (habilitación de duchas y lavabos, adecuados en número y acondicionados).
• Proporcionar información y formación sobre los productos manipulados y los riesgos a los que están expuestos, así como las medidas preventivas adoptadas o previstas para prevenirlos.
• Evitar la exposición de los trabajadores sensibles.

b) Medidas de protección individual

• Utilización de guantes, manguitos, monos de trabajo, delantales, gorros y botas (impermeables y resistentes a los agentes alergénicos o irritantes).
• Empleo de máscaras que protejan los ojos (facial).
• Utilización de aerosoles, cremas o pomadas de barrera.
• Información sobre normas de higiene (no utilizar algodones, trapos, realizar la limpieza de manos, con agua y jabón neutro, secarse la piel con materiales no rugosos).
• Lavado de la piel, cuando haya una impregnación evidente, antes de las pausas de trabajo y antes de la ingesta de alimentos. Cuando se utilicen sustancias irritantes y alergenas, se aconseja una ducha después del trabajo.
• Evitar entrar en contacto con sustancias irritantes o sensibilizantes.
• Reforzar las medidas específicas de vigilancia de la salud, para conocer y evaluar la sensibilidad individual a una sustancia por parte de los trabajadores.
• Considerar la posibilidad de cambiar de puesto de trabajo, a los trabajadores especialmente sensibles, por sensibilidad a agentes desencadenantes de dermatosis laborales.