El TSXG ordena repetir un juicio contra un abogado absuelto por estafa debido a la exclusión de mensajes de WhatsApp como prueba

El Tribunal Superior de Justicia de Galicia a través de su sentencia n.º 81/2024, de 9 de julio, ha anulado la sentencia de la Audiencia Provincial de Ourense que absolvió a un abogado acusado de estafar a dos clientas en un caso de herencia. La decisión se basa en la exclusión indebida de mensajes de WhatsApp como prueba, lo que ha llevado a la orden de un nuevo juicio con un tribunal diferente.

La Sala de lo Civil y Penal del TSXG rechazó la exclusión de los mensajes de WhatsApp entre una de las querellantes y el acusado, en los que se discutían pagos. La Audiencia Provincial había desestimado estos mensajes argumentando que la diligencia de cotejo solo confirmaba su presencia en el teléfono de la denunciante, sin poder identificar al interlocutor. Además, se mencionó la facilidad de simular dichas conversaciones.

Por su parte, el TSXG subrayó que esta no es la postura del Tribunal Supremo, que no presume la falsedad de los mensajes de WhatsApp a menos que haya una impugnación específica y fundamentada sobre su autenticidad. Solo en tales casos se requiere una pericia para verificar el emisor y el contenido de los mensajes.

El TSXG concluyó que no había dudas sobre la autenticidad de los mensajes, ya que la víctima había puesto su teléfono a disposición del juez y el número de teléfono en las conversaciones correspondía al acusado. La Sala consideró que la exclusión de esta prueba fue un error significativo que afectó la resolución del caso.

La consecuencia de esta decisión es la nulidad de la sentencia original por una valoración incorrecta de una prueba relevante, lo que ha llevado a la orden de un nuevo juicio oral con un tribunal diferente.

Así, el TSXG ha establecido un precedente importante sobre la validez de los mensajes de WhatsApp como prueba, alineándose con la doctrina del Tribunal Supremo que exige una impugnación específica para cuestionar su autenticidad. Este caso subraya la importancia de una correcta valoración de las pruebas digitales en los procedimientos judiciales:

«(…) no es posible entender que exista una suerte de presunción iuris tantum de falsedad de esos mensajes que haya de ser destruida mediante una pericia, posición esta mantenida en la sentencia apelada, sino por el contrario, solo en el caso de una impugnación, no meramente retórica, de su autenticidad -por la existencia de sospechas o indicios de manipulación- «se debe realizar tal pericia acerca del verdadero emisor de los mensajes y su contenido». Y en el caso que se contempla en esa resolución se despejan las dudas sobre la autenticidad de los mensajes en primer lugar porque la propia víctima pone a disposición del Juez de Instrucción su teléfono móvil, «del que directamente se consultan y transcriben los mensajes por el Letrado de la Administración de Justicia» y, en segundo lugar, porque el uso del teléfono es atribuido a la acusada».