El TS condena a una mujer por un delito de lesiones por imprudencia grave tras el ataque de su perro a una niña en un parque infantil

En STS, n.º 632/2024, de 20 de junio, ECLI:ES:TS:2024:3623, el Alto Tribunal ha condenado por un delito de lesiones por imprudencia grave a la propietaria de un perro que atacó a una niña de cinco años en un parque infantil. La Sala ha considerado probado que, en el momento del incidente, la mujer llevaba suelto y sin bozal al perro de la raza American Staffordshire Terrier, clasificada como potencialmente peligrosa.

La representación de la mujer basó su defensa en la mansedumbre del perro, presentando fotografías del animal con otra niña para demostrarlo. Sin embargo, el TS rechazó estos argumentos, señalando que la ley clasifica a ciertas razas como potencialmente peligrosas debido a sus características físicas y comportamentales, que no pueden ser completamente anuladas, sino sólo mitigadas y controladas. A pesar de ello, la acusada incumplió las normas de seguridad, poniendo en riesgo la integridad física de los allí presentes.

Si bien la dueña del perro había sido absuelta por la Audiencia Provincial de Valencia, que consideró los hechos como resultado de una imprudencia menos grave, no sancionable según la normativa vigente en la fecha del incidente, el Tribunal Supremo ha estimado el recurso interpuesto por el Ministerio Fiscal, restableciendo la sentencia del Juzgado de lo Penal n.º 17 de Valencia, en la que se condenaba a la acusada como autora de un delito de lesiones por imprudencia grave previsto en el artículo 152.1.1 del CP.

La condena impuesta incluye una multa de diez meses con una cuota diaria de seis euros y una indemnización de 5.366 euros por las lesiones y secuelas sufridas por la menor, quien, a raíz del mencionado ataque, sufrió heridas en el glúteo izquierdo y una cicatriz de seis centímetros.

La sentencia del Supremo concluye que la dueña del perro incurrió en una imprudencia grave al no llevar al animal con correa y bozal, infringiendo así la normativa reglamentaria y poniendo en peligro a las personas en una zona urbana y poblada. La decisión de la Sala reafirma la importancia de cumplir con las normas de seguridad para la tenencia de perros potencialmente peligrosos.