Desestimada la demanda de una CP contra el dueño de un local que realizó obras sin consentimiento

La Audiencia Provincial de Oviedo, en su sentencia n.º 159/2024, de 4 de abril, ECLI:ES:APO:2024:1322, ha desestimado la demanda interpuesta por una comunidad de propietarios contra el dueño de un local comercial situado en el sótano del inmueble. La comunidad alegaba que el propietario había realizado obras de acondicionamiento sin contar con el permiso de los comuneros, afectando supuestamente a elementos comunes del edificio.

El demandado es propietario de un local ubicado en el sótano del edificio, con acceso tanto por la escalera de la casa como por el patio posterior del inmueble. La comunidad de propietarios reclamaba por la anexión de un cuarto trastero, que consideraban un elemento común, y por la modificación de un hueco en la fachada posterior del inmueble para convertirlo en una puerta transitable sin el consentimiento de la comunidad.

El tribunal, tras valorar la prueba practicada, concluyó que no se había acreditado la existencia de un trastero comunitario en la planta baja del edificio ni que la sustitución del portón de acceso al local hubiera afectado a la estructura de la fachada, configuración o estado exteriores, ni a su seguridad. Por lo tanto, la obra no requería de la autorización de la comunidad de propietarios.

El arquitecto técnico que dirigió la obra informó que lo único que se había realizado era la sustitución del portón por deterioro, colocando uno nuevo de aluminio. El tribunal descartó que existiera prueba alguna de que se hubiera producido la ampliación del hueco de apertura ni la habilitación de un acceso rodado a la vía pública. 

Los magistrados concluyeron que:

«Ciertamente, no cabe invocar por el demandado la jurisprudencia que contempla una mayor flexibilidad para la posibilidad de realización de obras en los locales comercial, ya que ésta, como afirma la STS de 17 de octubre de 2023: "...no está pensada para que el titular de un local comercial pueda realizar una obra alterando la fachada, sin contar con la autorización de la comunidad, con la única finalidad de destinarlo a un uso privado como garaje, sino, como hemos dicho muy recientemente en la sentencia 861/2023, de 5 de junio, para que la aplicación rigurosa de las exigencias normativas de la LPH en materia de mayorías no impida a los titulares y arrendatarios de locales de negocio explotar su empresa o desarrollar su actividad". Y tal es el caso presente, en el que el demandado utiliza el local como garaje o guardería de determinados vehículos. Pero, ello no obstante, lo acreditado es que lo único ejecutado por el demandado fue a la sustitución de un elemento dañado por otro de igual naturaleza, sin que ello suponga una alteración del estado exterior del edificio, su estructura general o perjudique los derechos de otro propietario, lo que lleva a desestimar el recurso de apelación en este segundo motivo».