Sentencia Penal Nº 79, Audiencia Provincial de A Coruña, Rec 479/98 de 08 de Mayo de 1998

La prueba que fundamenta el pronunciamiento condenatorio viene constituido por la prueba testifical, las declaraciones de dos agentes de la Guardia Civil y los del testigo Manuel J. S, conductor del vehículo con el que había colisionado el acusado; as! los agentes observaron los síntomas externos de embriaguez que presentaba el acusado, ratificando el atestado en lo relativo a su intervención, pero es que además uno de los agentes en juicio concretó que el acusado desprendía olor a alcohol y tenía una deambulación vacilante, y el otro de los agentes también concretó que cuando halló al acusado, cierto tiempo después,   en Santa Cristina, se hallaba muy bebido; y el testigo Manuel J. S manifestó en juicio que le había parecido que el acusado estaba muy bebido, y en cuanto al olor a alcohol no lo recordaba con exactitud, pero si recordaba que se trabucaba al hablar y apenas mantenía el equilibrio, y que ello le motivó a llamar a la Policía; también el propio acusado reconoció la colisión con el vehículo que le precedía, conducido por el anterior testigo.Asimismo, con relación al testigo propuesto por la defensa señalar que a su declaración no puede atribuírsele credibilidad suficiente, toda vez que el mismo viajaba con el acusado, tenla amistad con él por razones de trabajo, por lo que en modo alguno puede desvirtuar las declaraciones de los testigos de la acusación que evidencian los síntomas de embriaguez, as! como la pequeña colisión del acusado, y es que además tales declaraciones son coincidentes en lo esencial; por ello existe prueba de cargo suficiente para desvirtuar el principio de presunción de inocencia. Se desestima el recurso.