Sentencia Penal Nº 16/2003, Audiencia Provincial de Sevilla, Sección 7, Rec 3/2003 de 28 de Marzo de 2003

La AP condena al acusado como autor de un delito de homicidio intentado. Manifiesta la Sala que la idoneidad del arma empleada para causar la muerte y el hecho de inferir una herida al oponente en la parte izquierda del tórax a nivel del octavo espacio intercostal, lugar por todos conocido como de gran importancia vital, transparentó inequívocamente un evidente propósito de matar, del que necesariamente hubo de ser consciente el agente del hecho, y que excluye la posibilidad de que la intención que guió su actuación fuera la de sólo lesionar a su rival. Por otra parte, la atenuante de arrebato requiere para su apreciación que la activación de los impulsos que provocan la acción ofuscada del sujeto agente sea debida a circunstancias no rechazables por las normas socioculturales de convivencia y que exista una razonable conexión temporal entre el estímulo y la reacción. En nuestro supuesto concurren ambos requisitos, ya que con anterioridad a los hechos enjuiciados el acusado fue golpeado en la cabeza por parte del lesionado con un objeto contundente, en concreto por unos candados que portaba el lesionado en la pelea que ambos sostuvieron en las proximidades del bar reiterado, y la agresión con cuchillo por parte del acusado a aquel fue casi inmediata a esa pelea anterior.