Sentencia Penal Nº 13, Audiencia Provincial de A Coruña, Rec 207 de 28 de Enero de 2000

Reexaminadas las pruebas y alegaciones del caso en esta segunda instancia el Tribunal comparte plenamente la acertada valoración probatoria y conclusión condenatoria del juzgador de instancia. Los perniciosos efectos del alcohol debilitan las facultades del conductor, su concentración o atención y su capacidad de reacción y de adopción de medidas de prudencia en cada momento. Cuando se conduce influenciado por el alcohol se está generando un riesgo de accidente o atropello que la Ley trata de evitar. Esto tampoco le libraría de una justa condena si las otras pruebas (singularmente los índices de alcohol detectados y los síntomas externos) evidenciasen con seguridad la aludida influencia".Con lo dicho respondemos a la cuestión de la defensa sobre el carácter preventivo del control; y reiteramos que una cosa es que, ciertamente, pueda ser un dato favorable al acusado (siendo así que lo que ha de ser probado es una conducción "bajo la influencia" de las bebidas alcohólicas ingeridas) y otra que el delito exija una infracción circulatoria.Se desestima el recurso.