Sentencia Penal Nº 124/2016, Tribunal Supremo, Sala de lo Penal, Sección 1, Rec 10567/2015 de 22 de Febrero de 2016

-Delito de asesinato y robo con violencia y uso de instrumento peligroso -El recurrente y su compañero condenado y no recurrente, acudieron a la empresa para apoderarse de cuanto valor hubiera, llevando un punzón o estilete que utilizaron tras golpear al propietario, clavándole el estilete en la pierna -Cuando intentaba escapar la víctima, el condenado y no recurrente de manera sorpresiva disparó un revólver del 38 especial que llevaba causándole la muerte -El actual recurrente le quitó el teléfono a la víctima cuando intentaba huir -El recurrente ha sido condenado en la instancia como autor de un delito de robo con violencia y empleo de medios peligrosos y, además, por un delito de homicidio -Doctrina de la Sala sobre las desviaciones previsibles en los supuestos de coautoría -En la sentencia de instancia se reconoce que el recurrente desconocía que el otro condenado no recurrente llevase el revólver, y, asimismo, que el disparo fue sorpresivo -La decisión del Tribunal de instancia de condenar al recurrente como autor de un delito de homicidio con el argumento de que se utilizó el punzón o estilete que se clavó en el muslo de la víctima no es correcta, teniendo en cuenta por un lado que la sentencia reconoce el carácter sorpresivo del disparo y el desconocimiento del porte del revólver, por lo que se reconoce que el uso del revólver no puede serle extendido al recurrente por estar en presencia de una desviación imprevisible y de otro que el estilete no fue utilizado con un animus necandi a la vista de la zona del muslo donde se clavó, con independencia de su capacidad en abstracto de causar la muerte -Absolución por el delito de homicidio al estar en presencia de una desviación imprevisible del curso de la acción emprendida y de la inexistencia de un animus necandi en relación a la utilización del estilete -Condena al recurrente como autor de un delito de lesiones causadas con instrumento peligroso, ya que lo acreditado a la vista de tal acción es un claro animus laedendi