Sentencia Penal Nº 118, Audiencia Provincial de A Coruña, Rec 139 de 01 de Septiembre de 2000

JUICIO DE FALTAS El perro del acusado atacó a la denunciante mientras ésta daba un paseo por la calle causándole lesiones de las que tardó 15 días en curar. La infracción penal que se le imputa al acusado exige en primer lugar que el animal objeto de propiedad o custodia por parte del autor de la falta tenga la condición de feroz o dañino, lo que se corresponde con animales salvajes o que matan y devoran; asimismo, se trata de una infracción de riesgo, que no precisa la producción de resultado lesivo alguno para su punición. Es preciso que el animal -en este caso el perro- tenga una singular peligrosidad, ya sea por su temperamento agresivo o por su potencialidad física que determinen que su presencia pudiera comportar un peligro.Esta condición de dañono cabe deducirla en algunos supuestos de la raza del perro, al ser un hecho notorio que algunas razas tienen una potencial agresividad o aptitud para la presa que permiten considerar peligrosos a sus individuos. También puede colegirse de otros datos que  revelen que el perro de que se trate muestra un comportamiento agresivo o peligroso para las personas o bienes, que  le haga merecedor de punición por contrariar los intereses generales que el mismo esté suelto o en condiciones de causar mal. El animal es de raza rottweiler que es potencialmente peligrosa más allá de lo que es común en cualquier tipo de perro doméstico. No tiene trascendencia que el animal se hallara fuera de la propiedad del denunciado o que al estar la puerta abierta saliera desde el interior de la misma, pues es deber del propietario impedir que se halle fuera de la finca sin correa y bozal que permitan controlar al perro y evitar que acometa y muerda a terceras personas.