Sentencia Civil Nº 666/2005, Tribunal Supremo, Sala de lo Civil, Sección 1, Rec 141/1999 de 21 de Septiembre de 2005

Casando la sentencia recurrida en el único sentido de que las costas de segunda instancia se imponen a la demandada, confirma el TS la sentencia que estimó la demanda sobre reclamación de cantidad formulada por la demandante procedente del contrato de obra en virtud del cual éste encargó parte de la misma a la contratista demandada resultando deudora del precio que reclama. Y ello por cuanto no aparece ni siquiera se vislumbra infracción del artículo relativo a la eficacia de un documento privado, de cuya eficacia no puede pretenderse la calificación jurídica del mismo y en este sentido, llegar a conclusiones favorables a sus pretensiones. A mayor abundamiento, no se trata de un reconocimiento de deuda, declaración unilateral de voluntad que dispensa de la relación jurídica obligacional preexistente, reconocida doctrinal y jurisprudencialmente como productor de la obligación que se reconoce, ya que la deudora nada reconoce sino que entrega unas letras de cambio en pago de la deuda "a cuenta del saldo o deuda aun no reclamada judicialmente".