Sentencia Civil Nº 526/2012, Audiencia Provincial de Zaragoza, Sección 4, Rec 481/2012 de 18 de Diciembre de 2012

La sentencia hace un análisis previo de la evolución legislativa en materia de contratación bancaria y de valores; un desarrollo que busca la protección del contratante más débil, por lo que va imponiendo a la entidad financiera, comercializadora del producto una serie de exigencias que permitan al cliente, sea consumidor o no, prestar un consentimiento con todos los elementos necesarios para su validez. La obligación del banco no sólo es la de informar adecuadamente de la naturaleza y efectos de los productos 'complejos', sino que ha de probar y documentar esa información. Lo que no consigue en este caso. Tampoco se considera que del hecho de que el receptor del producto hubiera sido empleado bancario o que hubiera firmado antes productos similares, lo convierta en experto en productos complejos, que ni comercializó en su época, ni consta que le fueran explicados con anterioridad.