Sentencia Civil Nº 511/2010, Audiencia Provincial de Pontevedra, Sección 1, Rec 588/2010 de 28 de Octubre de 2010

La legitimación para reclamar responsabilidad extracontractual no recae necesariemente en el propietario del bien dañado, sino sobre quien ostenta la condición de perjudicado. Basta la destrucción, o incluso la simple alteración de una condición o situación patrimonial favorable para que quede legitimado el destinatario del daño, sin que sea indispensable el derecho sobre la cosa destruida o dañada. El interés para el ejercicio de la acción reparatoria no nace directamente del derecho de propiedad sobre la cosa, sino del daño o perjuicio irrogado, susceptible de valoración pecuniaria. Aún cuando la demandante no haya llegado a justificar debidamente su condición de titular dominical del vehículo, cabe tener por acreditado que fué ella quién se hizo cargo del abono del coste del arreglo de los daños, cuál cabe desprender del hecho de figurar extendido a su nombre la orden y factura de reparación, lo que le confiere y permite atribuir la condición de perjudicada. La expresión del art. 1910 CC "por las cosas que se arrojaren o cayeren de la misma", al no tener carácter de "numerus clausus" , incluye tanto las cosas sólidas como los líquidos que, de una forma u otra, caigan de la expresada vivienda y causen daños a terceros en su persona o en sus bienes.