Sentencia Civil Nº 341, Audiencia Provincial de A Coruña, Rec 2328 de 29 de Septiembre de 2000

Juicio de Menor Cuantía sobre reclamación de cantidad. Teniendo en cuenta las conclusiones que a continuación se exponen, no se puede llegar a conclusión distinta de la sentencia de instancia: la cuenta corriente bancaria tiene cada vez más autonomía, en el sentido de permitir canalizar o instrumentar una multiplicidad de relaciones jurídicas, contratos y operaciones bancarias, tanto activas como pasivas; desde el punto de vista bancario, el hecho de abonar o adelantar dinero, ya en efectivo (reintegros) ya cargando recibos o efectos, sin una previa y suficiente provisión de fondos en la cuenta ha de calificarse de "operación activa", por cuanto es el Banco el que, de este modo, está concediendo crédito al cliente y no al revés. Pero una cosa son estas operaciones activas aisladas, y otra que dichos descubiertos, anticipos o sobregiros, conviertan la operación o el mismo contrato en otro de apertura de crédito, ilimitado en su cuantía e indefinido en el tiempo, como parece desprenderse de la tesis del apelante, cuando no es eso lo que resulta del contrato firmado por éste; salvo pacto en otro sentido o casos excepcionales o puntuales, no existe por parte del Banco obligación jurídica de atender los descubiertos y, en nuestro caso, el recibo de la póliza de accidentes litigiosa, devuelto impagado por falta de fondos, y, en consecuencia, tampoco puede generar la responsabilidad que el actor le exige judicialmente. La permisividad de los descubiertos o los adelantos bancarios se consideran, salvo que se demuestre otra cosa, situaciones de mera tolerancia, y esta es la situación que se deduce en el presente caso a la vista de las pruebas aportadas.