Sentencia Civil Audiencia Provincial de A Coruña, Rec 190 de 22 de Mayo de 2000

Se alza la parte apelante contra la sentencia de instancia por entender que, en contra de lo que sostiene ésta, sí hay prueba directa e indicios o presunciones que acreditan los actos posesorios protegibles por el interdictó ejercitado. Pues bien, la escasa prueba practicada a instancia de la parte demandante, hoy apelante, en modo alguno ha acreditado la posesión de la pequeña franja de terreno que separa su finca de la de la demandada, al menos en el concepto en que se promueve el interdictó, que no es otra cosa que la de un caño de conducción de las aguas pluviales que provienen del camino público de Orra y que discurre paralelo al muro de cierre, a nivel superior, de la finca de la demandante; en el título de adquisición de 19 de marzo de 1949 se describe, como límite oriental de la finca, el camino público que conduce a Orra, añadiéndose en la demanda, como parte de este viento, la casa y finca del finado Don Manuel C, después de sus herederos Gervasio D y Carmen T y hoy de la demandada, y en el documento privado de 11 de agosto de 1927 se alude a que "en este limite atraviese esta finca un camino serventío que desde la fuente llamada de Moa conduce al dicho barrio de Taboada", lo que no resulta identificativo con lo que es objeto de la acción interdictal; pero es más, el propio demandante cita ese camino como sendero, pero no como caño, y la supuesta acción de despojo efectuada por la demandada se ha limitado a restituir el sendero, tapando la zanja que nunca existió hasta que fue abierta por la propia interdictante; no se ha acreditado, pues, la posesión que pregona la demandante ni probado el despojo, procediendo, en consecuencia, como acertadamente argumenta la sentencia de instancia, la desestimación de la demanda.