Sentencia Civil Audiencia Provincial de A Coruña, Rec 108 de 18 de Abril de 2000

Se alza la parte apelante contra la sentencia dictada en primera instancia solicitando la revocación de la misma, en el sentido de imponer a la actora en primera instancia, las costas de la 1ª instancia causadas a Antonio Q.En el presente supuesto la actora ejercita una acción personal de responsabilidad extracontractual contra Demetria R y su esposo Antonio Q y la Comunidad de Propietarios del Edificio  de la C/ Avd. José A  de daños, en reclamación de los perjuicios causados en su vivienda como consecuencia de las filtraciones de agua y humedades procedentes de la terraza situada en la vivienda de los demandados, cuestión ésta que no se discute en esta alzada por no ser motivo de recurso.A lo largo del procedimiento ha quedado acreditado que el inmueble es de la exclusiva propiedad de Demetria, al constituir bien privativo, por haberla adquirido por herencia de su madre, si bien la demanda se dirige también, contra su esposo.En este punto, especial importancia reviste la presunción de ganancialidad que establece el art. 1961: "todos los bienes que existan en el matrimonio se presumen gananciales, salvo prueba en contrario". La presunción opera en todos los ámbitos; de forma que, por ejemplo, cuanto se trate de una deuda de la que respondan los bienes gananciales el acreedor no tiene que probar la ganancialidad a la hora de dirigirse contra un bien, sino que será el cónyuge propietario quien tendrá que probar que le pertenecen en exclusiva.Si tenemos en cuenta la actitud procesal del apelante y que la finca no se halla inscrita en el Registro de la Propiedad, donde podamos tener noticia de su situación; no podemos llegar a otra conclusión que a la de confirmar la sentencia de instancia, desestimando el recurso de apelación interpuesto.Se desestima el recurso.