Sentencia Civil Audiencia Provincial de A Coruña, Rec 0031/97 de 02 de Abril de 1998

El recurso no puede prosperar: acreditada la titularidad dominical de la demandante, como se recoge en la sentencia de instancia, convenientemente inscrita en el Registro de la propiedad de Noya casi dos años antes de la fecha del embargo, correspondía al demandado recurrente la carga de probar la causa y los elementos fácticos necesarios para estimar como negocio simulado el contrato de donación pero, como muy bien se expresa en el escrito de impugnación del recurso, la única prueba propuesta por dicho demandado fue la de confesión judicial de la tercerista de la que no obtuvo provecho alguno, quedando, por tanto, sin acreditar cuándo venció la operación financiera de la que dimanó el juicio ejecutivo, cuándo se produjo el incumplimiento del pago, su cuantía y los bienes que le fueron embargados a los ejecutados, lo que sí intentó la propia tercerista. Ciertamente, por el parentesco de donantes y donataria, ser la donación pura y justificarse como anticipo de la legitima, podría presumirse una causa de simulación (así lo entendió las sentencia del Tribunal Supremo de 9 de noviembre de 1966, al decidir que si el donante, cuando lleva a cabo los actos dispositivos y especialmente la donación en pro de sus hijos, no dejó en su patrimonio bienes suficientes para responder de las deudas anteriores a ella, es obligada la aplicación de la presunción de fraude con respecto a dicho contrato de donación), en el caso no consta en modo alguno probada la situación de insolvencia de los ejecutados, ni la imposibilidad de una mejora de embargo, con lo que, a priorí , no puede apreciarse una connivencia fraudulenta en perjuicio del acreedor ejecutante. Se desestima el recurso.